UNA PARTE DE MI CUERPO

miércoles, 26 de diciembre de 2007

0 comentarios  



"QUIZÁS NO SEA BUENA ACTRIZ, QUIZÁS NO SEPA SONREIR, QUIZÁS SU SUEÑO SEA VOLAR A UN LUGAR LEJOS DE AQUÍ..."

(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "MIJITITA" DE VEGA)





No quiero ni pienso quedarme callada después de ver y notar algo que me ha hecho reflexionar, algo que me ha hecho pensar en que, muchas veces, muchos de nosotros nos quejamos por vicio.





Es Navidad. Sí. Hasta aquí todos de acuerdo. Pero me repatea notablemente ver cómo la mayoría de nosotros (y me incluyo) nos quejamos diciendo que estas fechas son tristes. ¿De verdad que son tristes? ¿Son tristes para nosotros, que tenemos una mesa cargada de comida y que la podemos compartir con nuestras familias? ¿Son tristes para nosotros, que pedimos regalos a diestro y siniestro y la mayoría de las veces nos traen, sin ningún problema, las cosas que pedimos? ¿Son tristes para nosotros, que tenemos un techo bajo el que vivir, una cama en la que dormir y una calefacción de la que disfrutar? ¿Son tristes para nosotros que, aprovechando estas fiestas, salimos de vez en cuando y nos ponemos hasta los huesos de alcohol, disfrutando, entre copa y copa, de nuestros amigos? Pues no, señores, no. No son tristes para la mayoría de nosotros.


Son tristes para aquellos que acaban de perder a alguien. Son tristes para aquellos que se han ido, dejando su cuerpo y su alma en la carretera. Son tristes para esos niños que tienen que conformarse con recibir sus regalos en la cama de un hospital. Son tristes para esos ancianos que, un año más, están solos en sus casas, quizás disfrutando de la compañía de algún alma solidaria que se haya decidido a cuidarlos, con un poco de suerte. Son tristes para esa mujer maltratada que, ni el día de Nochebuena, podrá librarse de alguna que otra paliza de su marido. Son tristes para aquellas familias que tienen a sus seres queridos lejos, muy lejos, y a los que llevan años sin ver.




Así que no pienso quejarme ni un año más. Te invito a la reflexión. No doy clases de falsa moral y demás porque, como ya he dicho, yo también me incluyo dentro de este grupo. Disfruta de la felicidad que tienes en los pequeños momentos y en todo lo que te rodea. Porque llegará un día, lamentablemente, en que notarás que esa felicidad se ha esfumado para dar paso a la tristeza. Entonces quizás entiendas estas palabras.