LA DISTANCIA NO ES EL OLVIDO

martes, 4 de marzo de 2008

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"SOY SÓLO CARNE Y HUESOS YO SIN TI..."




(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "ME DERRUMDO" DE DAVID BISBAL)






Me he enamorado alguna que otra vez. En ciertas ocasiones con más intensidad que otras.




Recuerdo que, a veces, la distancia vino a jugar con las dos partes de la relación. Y, precisamente, no sé si por casualidad o por cosas del destino, esas veces fueron aquellas donde más sentí el amor.




Las barreras kilométricas que separaban nuestros cuerpos eran una prueba constante de lo real de nuestros sentimientos, de lo verídico de nuestras palabras, de la seguridad de nuestros actos y nuestra confianza. Era la prueba de no llorar y ser fuerte cuando nos volvíamos a separar, de no estremecernos de dolor al acostarnos solas, echando de menos nuestro olor, y despertarnos igualmente solas. Era la prueba de la solidez de las bases de lo que sentíamos.




Nuestro amor era igual de intenso que cualquier otro. Nuestros besos eran igual de húmedos que otros donde esa distancia no hacía acto de presencia.



El recuerdo de sentirte, aún estando lejos de mí, cuando me derrumbaba, estará siempre tatuado en mi memoria.