"Y HABLAS CON INMENSA CONFIANZA, COMO SI FUERAS LA DUEÑA DEL PANTALÓN QUE ME TAPA..."
(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "LO QUE FUI ES LO QUE SOY" DE ALEJANDRO SANZ)
La confianza que tenía en sí misma se palpaba incluso a tientas en cada acto, en cada palabra que pronunciaba. Sus pasos eran firmes y constantes y sus miradas desafiaban a cualquiera que se le pusiera delante.
Sabía que tenía un poder absoluto sobre ella. Trataba a Silvia como quería. La miraba como quería. La deseaba cuando y como quería también. Con un sólo movimiento de cabeza la tenía prácticamente postrada a sus pies, dispuesta a cometer incluso los pecados más impuros con tal de complacer sus deseos.
Silvia ya no era persona. Dejó de serlo cuando la conoció. Se entregó a ella en cuerpo y alma y se quedó completamente vacía. Ella convirtió sus sueños en pesadillas.
Sus amigos ya no existían. Su familia dejó de tener un papel importante en su vida. Desde que amanecía hasta que anochecía vivía por y para que ella le diera su aprobación.
Vendió su alma al amor. Pero ahora, cuando realmente se daba cuenta del peso de la soledad, comprendió que se la vendió a la persona equivocada.
Y ya no había vuelta atrás.
