BOCETOS EN LA PARED

viernes, 4 de enero de 2008

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"UN CORAZÓN QUE NUNCA AMÓ NO MERECE SER AMADO..."


(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "INSENSATEZ" DE MÓNICA NARANJO)







La luz de la media mañana entraba con tímida calidez en la habitación de Carlos y Sofía. Los cuadros, que antes decoraban las cuatro paredes, ahora estaban amontonados en una esquina, cubiertos de sábanas viejas que habían encontrado en el desván del padre de ella. El típico calor madrileño del mes de agosto se acomodaba en la espalda de Carlos, haciendo que un pegajoso sudor hiciera del trabajo matinal que acababa de empezar algo incómodo.


Carlos sujetaba la brocha de pintar con fuerza, la humedad se resbalaba por los dedos de su mano derecha e impedían que esta se moviera con cierta agilidad para plasmar de rojo la pared del cuarto recién estrenado por la pareja. Sofía estaba sentada, con la espalda apoyada en el armario, también recubierto por una sábana enorme y blanca, con algunas motas de la pintura seca que acababan de utilizar. Sujetaba un vaso de agua fría con su mano izquierda, mientras un cigarro recién encendido dormitaba en la derecha. La imperceptible ceniza caía sigilosa en el montón de periódicos que yacían al lado de Sofía.


Sofía observaba a su novio con ternura y deseo. El calor provocaba en ella unas censuradas ganas de cabalgar sin parar encima de él. Se acabó el último suspiro de agua y dejó el vaso en el suelo. Apagó el cigarro y apoyó sus pies descalzos en el caliente suelo, que acompañaba al fervor de su mirada.


Carlos dejó de mover la brocha porque sentía la presencia de Sofía acercándose con imperioso e incontenible deseo. Sofía pasó por su lado, dejando tras de sí aquel perfume envolvente que Carlos saborearía hasta en el más recóndito desierto de su memoria. Sofía salió de la habitación con la total seguridad de que él la seguiría aunque sus pasos la alejaran más allá del cielo que les cubría.


Y él la siguió...esperando encontrarse, aunque tan sólo fueran unos segundos, en sus manos y en su piel. La pasión de aquella mañana ocultaría el poco amor que ya había desaparecido entre los dos...