"RUNNING DOWN INTO THE SPRING..."
(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "ACCIDENTALLY IN LOVE" DE COUNTING CROWS)
Estela comprendió que la vida eran dos días, que había personas que estaban muchísimo peor que ella. Esto no le consolaba del todo pero, al menos, le hacía ver que tenía suerte en bastantes aspectos. Aunque su vida se derrumbara por unos instantes en determinados momentos supo apreciar la gran suerte que tenía al ver que podía disfrutar de salud, trabajo y el amor de los suyos.
El mes de agosto se presentaba lleno de proyectos. No tendría que ir a trabajar durante todo el mes y podría disfrutar de unas vacaciones en compañía de algunos de sus amigos. El plan se presentaba bastante tentador. Una playa inmensa, situada al sur de España, donde pasar las interminables noches de estío bebiendo alguna que otra cerveza y saboreando el gusto salado de la arena y el mar, viendo el amanecer reflejado en su mirada y en la de aquellos que tantas veces la habían ayudado.
Sentada delante del ordenador, en su oficina, viajando por el mes de febrero, imaginaba cómo sería correr sin parar a lo largo de toda la orilla de esa playa que pronto visitaría, correr sin parar, ajena a las miradas curiosas del resto de almas esparcidas por esa misma playa, al son de alguna canción que retumbara en su cabeza.
Quería sentir la felicidad de la brisa del verano arrastrándose por su pelo, su espalda y sus brazos. Quería sentir cómo ese aire cálido era capaz de transportarla a un mundo ausente de problemas.
Quería disfrutar. Estela sabía que podía lograrlo.
Saborear la felicidad sin compartir su corazón más que con ella misma y sus amigos. Excelente plan.
