HUELE A...

lunes, 28 de abril de 2008

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Porque la primavera revolucionaba su vida de forma magistral y descomunal...


Marga quería salir a la calle y encontrar mil y un motivos para sonreir, saltar, correr y vivir. Quería encontrar prisas de vida debajo de las flores, tras las nubes blancas del cielo de abril, tras la brisa cercana al puerto de Barcelona, su eterna ciudad.


Era momento de mostrarle al mundo su pecho cargado de campos verdes de esperanza, de darla la espalda a las nubes negras de los inviernos que se habían burlado de ella.



Su particular revolución de sueños la empujaban a reir a carcajadas.



Carcajadas limpias, que olían a felicidad.