EL TEMA DEL DÍA

martes, 26 de febrero de 2008

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SIN AUDIO



La actualidad de este país de extremismo puro y duro me hace hablar de la noticia del día. El debate de dos personas que...definitivamente, y viendo cómo se trataron ayer, parece que no están dispuestos a hacer nada por y para nuestro país.



Voy a resumir bastante, más que nada, porque sigo sin tener las ideas claras.



Vivimos en un país donde, de unos años para acá, parece ser que, políticamente hablando, solamente podemos ser de izquierdas o de derechas. O te gusta ZP o te gusta Rajoy. Pero ese extremismo, lamentablemente, no solamente se da en el ámbito político. En temas tan inocentes como, por poner sólo un ejemplo, la música, vivimos en un extremismo constante, puro y duro. Señores, ¿cuánta gente no ve más allá de David Bisbal y se quedan sin saber y poder apreciar la música de gente como Amy Winehouse o The Cure? Lo dicho, solamente es un humilde ejemplo.


Volvamos al tema tan recurrente estos días, a falta de una semana y algo para el "gran día", por llamarlo de alguna forma, que es la política, o lo que es lo mismo, ver como un par de seres se sumergen en baños de multitudes, se pringan de campañas electorales y de fenómenos televisivos tales como el famoso debate de ayer, para...intentar hacernos ver que uno tiene más poder que el otro.


Ayer se trataron temas que, en teoría, nos interesan a todos los españoles (y a los que no lo son). Inmigración, economía, terrorismo, política social... Viendo el "triste espectáculo" de ayer, donde lo único que sabían hacer los dos candidatos era echarse mierda encima, hablar del pasado y hacer que uno pareciera más maravilloso que el otro...me he dado cuenta de que NADIE apuesta por nosotros, por nuestros sueldos, por nuestras pensiones, por nuestras vidas, por nuestra seguridad, por nuestras viviendas, por nuestra educación, por nuestra INTEGRIDAD.


Esto va mal...muy mal. O aparece alguien que apueste por mí...o yo nunca apostaré por nadie.
Eso sí.. No voy a quedarme sin votar. Porque quiero que, al menos, mi decisión pueda servir para algo. Aunque tengo claro que no será para mucho.