"SUS PIES DESCALZOS MIRAN HACIA EL SOL, CRUZADOS SIN SENTIDO..."
(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "PRESAGIO" DE ROSARIO FLORES)
Te levantas una mañana y no sabes si el sueño que tuviste la noche anterior fue real o, simplemente, y como ocurre con la mayoría de nuestros sueños, fue producto de tu imaginación. Sueñas con tus labios, rozando otros que, incluso, pueden ser desconocidos, y te despiertas con la sensación de ese beso pegado y sellado en tu boca.
Te estrellas con tu realidad después de una noche donde tus pies decidieron volar por paisajes que nunca viste en tu mundo verídico. Despegaste del suelo cuando te metiste en la cama y ahora aterrizas otra vez, cuando dejas tu mente en la almohada donde descansaron tus ideas.
Empiezas un nuevo día pero un extraño desconcierto te rodea. Tienes la certeza de que algo va a pasar. Presentimientos buenos, presentimientos malos, no sabes cuál va a ser el protagonista. Pero esa sensación te acompaña. Miras con ojos curiosos cualquier cosa que te pueda parecer anormal, para darle un significado lógico. Intentas hacer las mismas cosas de siempre pero la inquietud de un presagio no te deja avanzar.
Es entonces cuando te das cuenta de su presencia. Hacía más de cuatro años que no la veías. Ella no te ha visto. Pero tú has estado más de un minuto fijándote en cada uno de sus movimientos, intentando encontrar alguna cosa que te recordara el tiempo que pasasteis juntas. Y después de esos cuatro años observas que tu cerebro ha sido más fuerte que tu alma, que tu corazón, ya que has conseguido olvidar cualquier resquicio de ese amor que te unía a ella. Has conseguido superar la barrera que separaba el olvido del recuerdo.
Te vuelves a meter en la cama. Un escalofrío te recorre, de arriba a abajo. Sabías que ese día que acabas de vivir te iba a traer algo importante. Y lo ha hecho. Porque a parte de encontrarte con ella te has dado cuenta de algo más importante. La quisiste, pero en tiempo pasado...
