"Y CUANDO EL FUEGO VA APAGÁNDOSE TU CUERPO SE ME ESCAPA..."
(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "¿QUIÉN TE DIJO ESO?" DE LUIS FONSI)
Salió de su boca. Cristian quiso controlar la fuerza de sus palabras, medirlas con algún tipo de instrumento, pero su lengua corrió más rápido que su cerebro. A los pocos segundos, ya había contado, casi sin quererlo, la historia de Celia. Desde el principio hasta el fin, sin dejarse ningún detalle en el tintero. Eso sí, cambió un par de hechos, fechas, nombres, para darle más emoción a los sucesos.
El rumor corrió por los pasillos del instituto a una velocidad incontrolable. Iba de boca en boca, se paseaba de mano en mano. Ojos como platos no daban crédito a lo que estaban escuchando. ¿Cómo podía ser verdad? ¿Cómo esa chica tranquila, dócil, simpática y siempre agradable, escondía un secreto que se les había escapado a todos? ¿Cómo nadie pudo descubrir lo que guardaba Celia bajo llave? ¿Cómo fue capaz de engañar a toda la gente que le rodeaba?
Mientras tanto, Celia seguía metida en su mundo , sin hacer caso a los comentarios malintencionados que pretendían hacer de su vida una especie de infierno. Le llegaban insultos por todas partes, chismes por cualquier rincón por donde ella se moviera...
Creó su burbuja de cristal a base de mucho esfuerzo. Intentó protegerse de esas lenguas viperinas formando un muro fuerte e indestructible a su alrededor que hiciera que cualquier daño intencionado rebotara directamente en su pared para no llegar a su alma.
Nunca supo quién había empezado toda esa historia. Pero eso ya no era lo más importante. Lo que realmente le importaba era la intención que había tenido esa persona. Lo que realmente la mataba por dentro era que, sin comerlo ni beberlo, dejó de ser ella misma para convertirse en alguien ficticio que cada uno creó a sus espaldas...
Se había convertido en un muñeco de vudú...en vida...
