LA METÁFORA DE LA DIETA

domingo, 30 de marzo de 2008

0 comentarios  












Una tarde de domingo y una metáfora explicada y entendida. De repente. Tú explicas, yo leo, yo interpreto y tú me das la razón.






El cuerpo vive de los alimentos que le proporcionamos. A veces con cuidado, a veces sin pensar que algunos pueden ser letalmente perjudiciales con el paso del tiempo. Pero el cuerpo, el alma, también se alimentan de sensaciones que, a veces, son letalmente peligrosas. A corto tiempo...algunas.




Las personas pasean por los caminos de tus días, cruzándose unas con otras, cruzando sus miradas con la tuya. Entiendo tus pupilas, tus cuerdas vocales. Algunas de esas personas, como los alimentos que he citado antes, no aportan nada a tu vida. Pero quieres seguir alimentándote de esas almas pensando que te van a hacer bien, pero lo único que hacen, es saturarte.




Con el paso de los años te vuelves más selectiva. Vas escogiendo con increible acierto o desacierto los "alimentos-personas" que te pide a gritos el cuerpo. Y tu apetito se va saciando. Apetito de saber, de conocer, de entender, de encontrarte, de amar, incluso.




En medio de toda esa gente que has seleccionado con bastante reparo, aparece el plato fuerte que, aún siendo fuerte, puede hacerse un hueco diseñado perfectamente en tu interior.




Aliméntate. Pero escogiendo siempre. El poder de escoger, de decidir, de elegir, solamente está en tus manos.