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"PERO EL DÍA AMANECE Y NADA ME PARECE LA MITAD DE PERFECTO..."
(AUDIO QUE PASEA HOY POR MI MENTE: "ROTO POR DENTRO" DE M-CLAN)
El espejo se plantaba delante de mí con un cristal demasiado sucio. Cada mañana veía mi imagen más desgastada, más borrosa, más turbia. Cada golpe propinado por sus manos hacía que esa imagen de mi propio yo se hubiera vuelto irreconocible para cualquiera, incluso para mí misma.
Esas manos que tantas caricias me habían regalado ahora se mostraban frías en cada moratón de mi cuello, de mi espalda, de mis piernas y brazos. No reconocía nada de lo que me rodeaba. Nada me pertenecía simplemente porque cada día moría más en vida.
Le amé hasta decir "basta", hasta que mis ojos solamente se encontraban con los suyos en caminos de miedo. El daño físico ya apenas lo sentía, porque eran mucho más dolorosas todas y cada una de las ruinas internas y mentales que iban habitando en mi interior.
Rompió mis sueños, con sus palabras, con sus hechos, con sus humillaciones, con sus vejaciones, con sus insultos, con sus puñetazos y patadas. Me convirtió en un muñeco que se movía a su verdadero y cruel antojo, haciendo de mis días una realidad que no quería seguir viviendo.
Cerré la maleta despacio, sabiendo que ese movimiento iba a acabar con el infierno que yo no había elegido, pero que se había impuesto, sin quererlo ni beberlo, en todas mis mañanas, en todas mis noches. En esa maleta descansaban todos y cada uno de los mejores momentos que pasé a su lado, y que ya no existían. Cerré la puerta con un golpe seco, sabiendo que ya nunca más le volvería a ver.
Las piezas de mi puzzle estaban esparcidas por el cemento de la calle. A cada paso que daban mis pies me sentía más perdida, pero más cerca de la libertad que tanto necesitaba mi aire.
Las piezas de mi puzzle estaban rotas...yo misma tendría que arreglarlas, sin ayuda de nadie.
